miércoles, 15 de diciembre de 2010

Ni princesos ni príncipas.

Ceni, era una chica extrovertida, le encantaba salir, hablar y conocer gente, sobra decir que era pura pereza y egoísmo. No hacía nada, y mucho menos si no era para si misma. Tenía una madrastra, que hacia todo lo posible por alimentar y cuidar de ella y sus dos hijas. Éstas se pasaban el día estudiando y leyendo. Debido a esto no se enteraron de la fiesta en el local de moda. Pero Ceni que siempre estaba en la calle si lo sabia y no se lo contó a nadie, para que no le quitaran protagonismo. Se puso el vestido más corto y los tacones más altos y se marchó. Estando en la fiesta entró el chico que le gustaba, el pobre tropezó con la alfombra y se rompió la nariz: dejó de ser el chico guapo, y por lo tanto dejó de ser un buen partido para ella, la imagen lo era todo. Tras toda la noche de desfase y alcohol(entre otras cosas), Ceni, echa polvo se fue, y al irse se le rompió el tacón de su zapato de marca de 300€. En la puerta del local, le ofrecieron subirse al coche, ni tímida ni perezosa aceptó. Ella no busca ni amor, de protección...sólo quiere vivir a toda prisa. Y así le va...






Y que se dejen de tantas tonterías y cursiladas en los cuentos.




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